* * * "Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Mérida, 15.08.2019.- Un día como hoy hace 214 años, en la cumbre del Monte Aventino o Monte Sacro, Simón Bolívar hizo su inmortal juramento que no daría descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta romper las cadenas que nos oprimían por voluntad del poder español
Simón Bolívar, en compañía de Simón Rodríguez a en la histórica colina romana del Monte Sacro, juró luchar sin tregua por la libertad de Venezuela, momento que ocupa un lugar sublime en la Historia de nuestra patria.
Este Juramento que el Libertador hizo en Monte Sacro fue una promesa para donde enfatizó su profundo compromiso personal con la causa independentista hispanoamericana y que tuvo lugar durante su visita a la ciudad de Roma, Italia.
Este momento tuvo como testigo a Simón Rodríguez, su maestro y mentor, quien imbuido en un idealismo juvenil y decepcionado por los avatares de su vida, luego del fallecimiento de su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, en 1803, juró el 15 de agosto en la colina de Monte Sacro consagrar su vida a la liberación del continente latinoamericano.
Bolívar había emprendido aquel día en compañía de Simón Rodríguez una caminata que se extendió hasta la cumbre del Aventino, el Monte Sacro, una de las siete colinas de Roma, y al caer la tarde admiraron en la serenidad del crepúsculo la ciudad a los pies del monte.
Sus miradas recorrieron el amplio paisaje que se ofrecía ante sus ojos, y Bolívar recordó el campo y el paisaje venezolanos, con un sentimiento de profunda ansia por la libertad de Venezuela, por lo que en voz alta y firme, dijo:
"¿Conque este es el pueblo de Rómulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de Augusto y de Nerón, de César y de Bruto, de Tiberio y de Trajano? Aquí todas las grandezas han tenido su tipo y todas las miserias su cuna...
De pronto, con los ojos encendidos como llamas, se puso en pie, se aferró con frenesí a las manos de Rodríguez, cayendo de rodillas y dio rienda suelta a sus pensamientos con una emoción incontenible:
"Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Este juramento hecho aquella tarde por quien algunos años después sería llamado Libertador, comenzaron a cumplirse cuando Bolívar regresó a Venezuela, donde se entregó a cumplir con esa palabra empeñada, hazaña que cumplió al lograr la libertad a varias naciones americanas.
Mérida, 15.08.2019.- Un día como hoy hace 214 años, en la cumbre del Monte Aventino o Monte Sacro, Simón Bolívar hizo su inmortal juramento que no daría descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta romper las cadenas que nos oprimían por voluntad del poder español
Simón Bolívar, en compañía de Simón Rodríguez a en la histórica colina romana del Monte Sacro, juró luchar sin tregua por la libertad de Venezuela, momento que ocupa un lugar sublime en la Historia de nuestra patria.
Este Juramento que el Libertador hizo en Monte Sacro fue una promesa para donde enfatizó su profundo compromiso personal con la causa independentista hispanoamericana y que tuvo lugar durante su visita a la ciudad de Roma, Italia.
Este momento tuvo como testigo a Simón Rodríguez, su maestro y mentor, quien imbuido en un idealismo juvenil y decepcionado por los avatares de su vida, luego del fallecimiento de su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza, en 1803, juró el 15 de agosto en la colina de Monte Sacro consagrar su vida a la liberación del continente latinoamericano.
Bolívar había emprendido aquel día en compañía de Simón Rodríguez una caminata que se extendió hasta la cumbre del Aventino, el Monte Sacro, una de las siete colinas de Roma, y al caer la tarde admiraron en la serenidad del crepúsculo la ciudad a los pies del monte.
Sus miradas recorrieron el amplio paisaje que se ofrecía ante sus ojos, y Bolívar recordó el campo y el paisaje venezolanos, con un sentimiento de profunda ansia por la libertad de Venezuela, por lo que en voz alta y firme, dijo:
"¿Conque este es el pueblo de Rómulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de Augusto y de Nerón, de César y de Bruto, de Tiberio y de Trajano? Aquí todas las grandezas han tenido su tipo y todas las miserias su cuna...
De pronto, con los ojos encendidos como llamas, se puso en pie, se aferró con frenesí a las manos de Rodríguez, cayendo de rodillas y dio rienda suelta a sus pensamientos con una emoción incontenible:
"Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español".
Este juramento hecho aquella tarde por quien algunos años después sería llamado Libertador, comenzaron a cumplirse cuando Bolívar regresó a Venezuela, donde se entregó a cumplir con esa palabra empeñada, hazaña que cumplió al lograr la libertad a varias naciones americanas.
Posteriormente algunos años después, en 1824, Simón Rodríguez le escribió una carta a Simón Bolívar, donde le recordó el juramento que había realizado aquel atardecer del 15 de agosto de 1805, quien lleno del fervor libertario cumplió su juramento con la obra que le inmortaliza por toda la eternidad “liberar a cinco naciones de las cadenas que los oprimían por voluntad del poder español”.
(Prensa MPPE // Oficina de Gestión Comunicacional ZE-Mérida // Ángel Timaure )
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| Hace 212 años Bolívar hizo su inmortal juramento en el Monte Sacro de liberarnos de las cadenas opresoras del poder español |
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