* * * Fue uno de los más importantes maestros venezolanos del siglo XX. Destacado luchador por los derechos del pueblo. Para él la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria
Tal día como hoy, un 14 de marzo de 1902 nace en La Asunción, Nueva Esparta, Luís Beltrán Prieto Figueroa, nuestro gran maestro de América y quien plantó que la educación era la vía para formar a una sociedad "libre, democrática, justiciera y socialista".
Prieto Figueroa, hijo de Loreto Prieto y Josefa Figueroa, realizó sus estudios de educación primaria en la Escuela Federal Graduada Francisco Esteban Gómez de su ciudad natal (1918). En la misma inició estudios de secundaria en el Colegio Federal hasta 1925 cuando se trasladó a la capital donde se graduó de bachiller en el liceo Caracas (1927) que dirigía el maestro Rómulo Gallegos. Comenzó como maestro de escuela en su tierra natal, la Isla de Margarita, a los 18 años y desde ese momento nunca dejó de dar sus enseñanzas a los niños y jóvenes.
Egresa de la Universidad Central de Venezuela en 1934 con el título de doctor en ciencias políticas y sociales. Su vida pública conjuga diversos aspectos; su bibliografía en cada una de estas disciplinas, que incluye su labor legislativa, es tan extensa como su trayectoria, en la cual alcanzó las más altas posiciones después de haberse iniciado como cofundador de diversas organizaciones políticas: Organización Venezolana (ORVE, 1936), Partido Democrático Nacional (PDN, 1936), Acción Democrática (AD, 1941) del que fue secretario general (1958-1959) y presidente desde 1963 hasta 1967 cuando se separó del mismo y se convierte en presidente-fundador del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), hasta su muerte.
Entre otras posiciones públicas, Prieto Figueroa ocupó los cargos de senador por el estado Nueva Esparta (1936-1941; 1959-1969), presidente del Concejo Municipal del Distrito Federal (1937); Senador por el estado Zulia y Presidente de la Comisión Permanente de Cultura del Senado (1974-1979). Entre 1962 y 1967 fue presidente del Congreso de la República. Antes había sido Secretario General de la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y Ministro de Educación (1947-1948).
Desarrolló una vasta obra en el campo educativo que hoy día constituye un legado vigente no sólo para Venezuela, sino para América Latina, entre las que destacan La magia de los libros, Maestros, eunucos políticos, Principios generales de la educación y El Estado y la Educación en América Latina.
Su trabajo está inserto dentro de la filosofía del humanismo democrático y en sintonía con su credo de que "la educación es una función política y la más políticas de las actividades del hombre, porque por medio de ella se forja la nación, se orienta el porvenir y se impulsa el progreso de los pueblos".
Prieto Figueroa fue uno de los educadores venezolanos que el 15 de enero de 1932 decidió reunirse en la esquina de Cují, en Caracas, para formar una agrupación encargada de defender los derechos de los maestros y mejorar la educación en el país, ante las intromisiones en los asuntos gremiales por parte de la dictadura de Juan Vicente Gómez.
La iniciativa fue tomada en el Gobierno de Isaías Medina Angarita como símbolo de la unidad magistral y dio paso al decreto de celebrar cada 15 de enero el Día Nacional del Maestro.
Planteó que la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base de las capacidades del individuo. Prieto Figueroa fue también pionero del gremialismo. En 1932 fundó la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria y en 1936 la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
En 1937 y hasta 1942 mantuvo en el diario Ahora, de Caracas, su página "La escuela, el niño y el maestro". Además de este diario, por muchos años publicó sus colaboraciones en diversos órganos tanto de la capital como del interior del país. Murió en Caracas el 23 de mayo de 1993. (Prensa Zona Educativa - Mérida // Ángel Timaure)
Tal día como hoy, un 14 de marzo de 1902 nace en La Asunción, Nueva Esparta, Luís Beltrán Prieto Figueroa, nuestro gran maestro de América y quien plantó que la educación era la vía para formar a una sociedad "libre, democrática, justiciera y socialista".
Prieto Figueroa, hijo de Loreto Prieto y Josefa Figueroa, realizó sus estudios de educación primaria en la Escuela Federal Graduada Francisco Esteban Gómez de su ciudad natal (1918). En la misma inició estudios de secundaria en el Colegio Federal hasta 1925 cuando se trasladó a la capital donde se graduó de bachiller en el liceo Caracas (1927) que dirigía el maestro Rómulo Gallegos. Comenzó como maestro de escuela en su tierra natal, la Isla de Margarita, a los 18 años y desde ese momento nunca dejó de dar sus enseñanzas a los niños y jóvenes.
Egresa de la Universidad Central de Venezuela en 1934 con el título de doctor en ciencias políticas y sociales. Su vida pública conjuga diversos aspectos; su bibliografía en cada una de estas disciplinas, que incluye su labor legislativa, es tan extensa como su trayectoria, en la cual alcanzó las más altas posiciones después de haberse iniciado como cofundador de diversas organizaciones políticas: Organización Venezolana (ORVE, 1936), Partido Democrático Nacional (PDN, 1936), Acción Democrática (AD, 1941) del que fue secretario general (1958-1959) y presidente desde 1963 hasta 1967 cuando se separó del mismo y se convierte en presidente-fundador del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), hasta su muerte.
Entre otras posiciones públicas, Prieto Figueroa ocupó los cargos de senador por el estado Nueva Esparta (1936-1941; 1959-1969), presidente del Concejo Municipal del Distrito Federal (1937); Senador por el estado Zulia y Presidente de la Comisión Permanente de Cultura del Senado (1974-1979). Entre 1962 y 1967 fue presidente del Congreso de la República. Antes había sido Secretario General de la Junta Revolucionaria de Gobierno (1945-1948) y Ministro de Educación (1947-1948).
Desarrolló una vasta obra en el campo educativo que hoy día constituye un legado vigente no sólo para Venezuela, sino para América Latina, entre las que destacan La magia de los libros, Maestros, eunucos políticos, Principios generales de la educación y El Estado y la Educación en América Latina.
Su trabajo está inserto dentro de la filosofía del humanismo democrático y en sintonía con su credo de que "la educación es una función política y la más políticas de las actividades del hombre, porque por medio de ella se forja la nación, se orienta el porvenir y se impulsa el progreso de los pueblos".
Prieto Figueroa fue uno de los educadores venezolanos que el 15 de enero de 1932 decidió reunirse en la esquina de Cují, en Caracas, para formar una agrupación encargada de defender los derechos de los maestros y mejorar la educación en el país, ante las intromisiones en los asuntos gremiales por parte de la dictadura de Juan Vicente Gómez.
La iniciativa fue tomada en el Gobierno de Isaías Medina Angarita como símbolo de la unidad magistral y dio paso al decreto de celebrar cada 15 de enero el Día Nacional del Maestro.
Planteó que la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria combinando la igualdad de oportunidades y la selección sobre la base de las capacidades del individuo. Prieto Figueroa fue también pionero del gremialismo. En 1932 fundó la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria y en 1936 la Federación Venezolana de Maestros (FVM).
En 1937 y hasta 1942 mantuvo en el diario Ahora, de Caracas, su página "La escuela, el niño y el maestro". Además de este diario, por muchos años publicó sus colaboraciones en diversos órganos tanto de la capital como del interior del país. Murió en Caracas el 23 de mayo de 1993. (Prensa Zona Educativa - Mérida // Ángel Timaure)
Luis Beltrán Prieto Figueroa fue uno de los más importantes maestros venezolanos del siglo XX y destacado luchador por los derechos del pueblo. |
Prieto Figueroa planteó que la educación debía responder al interés de la mayoría y en tal sentido habría de ser democrática, gratuita y obligatoria |
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