Elías Jaua Milano.
Escribo este artículo a pocas horas
de haberse perpetrado la ilegal, desproporcionada e injusta agresión
contra Damasco, Siria, la capital de un país soberano. Estados Unidos,
Francia e Inglaterra lanzan este ataque con misiles un día antes de la
llegada de la comisión de especialistas que el gobierno sirio había
solicitado a Naciones Unidas para investigar el supuesto uso de armas
químicas en la ciudad de Duma, por parte del Ejército Sirio en su
combate contra los terroristas que durante más de cinco años han causado
dolor y muerte con el fin de imponer un gobierno oscurantista, títere
de Europa y de los Estados Unidos.
No importan las pruebas, ni importan las
razones. Se ataca para favorecer el derrocamiento del gobierno soberano
de un pueblo que no se subordina, ni se rinde.
Este atropello contra el derecho
internacional, se suma a un conjunto de acontecimientos ocurridos estos
últimos días que evidencian el crecimiento del fundamentalismo
neoconservador. Las cínicas respuestas ante la demanda de la juventud
norteamericana de regulación del uso de armas de fuego; el tratamiento
racista a la inmigración centroamericana y el desprecio a la fracasada
cumbre de Lima por parte de Donald Trump demuestran el carácter
antipolítico, supremacista y belicista de quienes dirigen hoy los
Estados Unidos de Norteamérica.
Frente a esta amenaza contra la
humanidad, necesario es fortalecer nuestra unidad nacional, consolidar
el camino democrático, pacífico y electoral de nuestra revolución;
reimpulsar la producción nacional, como tarea prioritaria; profundizar
en la formación en valores para la identidad nacional, la soberanía, la
diversidad cultural y la convivencia pacífica. Necesario es consolidar
la doctrina bolivariana de seguridad y defensa integral, que diseñó
nuestro Comandante Chávez, para garantizar nuestra Independencia y el
derecho a vivir en paz.
No puedo dejar de denunciar en este punto
el hecho bochornoso, protagonizado por tristes figurillas de la
oposición apátrida que en Lima le pidieron al enviado del amo la
intervención de nuestra amada Patria. Desde ya están condenados por la
historia y por nuestro pueblo.
En el contexto internacional se debe
promover una corriente en defensa de los principios básicos del derecho
internacional, tales como el respeto a la autodeterminación de los
pueblos, la resolución pacífica de los conflictos, la migración legal y
la condena a la promoción y práctica de cualquier forma de racismo y
xenofobia. Se requiere estimular un gran frente mundial de gobiernos,
pueblos, y organizaciones que enarbolen estas banderas.
En esta lucha, es fundamental la
participación de los sectores democráticos del pueblo norteamericano,
quien hoy por hoy son la primera víctima de la cúpula retrograda que les
gobierna.
En esta hora vaya nuestro sentimiento más
humano con los hombres, mujeres y niños del pueblo Sirio. Nuestras
oraciones por Uds. y nuestro compromiso de seguir luchando por un mundo
de respeto y paz, desde nuestra trinchera en la Patria de Bolívar.
Como dicen nuestros campesinos y
campesinas, cuando es más oscura la noche, más cerca está el amanecer.
Tengamos confianza en que la lucha que libramos por la dignidad humana
es justa y que vamos a vencer.
La humanidad le ganará a la barbarie. Veremos la alborada de un mundo nuevo. Amén.
Para
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Elías Jaua Milano, pulsa el siguiente enlace donde podrá leer este y
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