Más del 90 por ciento de la población falleció |
*** Siguiendo las líneas orientadoras del MPPE, la Zona Educativa de Mérida desarrolla actividades formativas y prácticas en escuelas y liceos en lo que a Gestión de Riesgo se refiere
Hoy 28 de abril se conmemoran los 120 años
del Gran Terremoto de los Andes que afectó a 16 localidades de Mérida, entre
ellas Tovar, La Mora, Estanques, Lagunillas y
Jají; se produjeron 100 derrumbes que dejaron como
resultado más del 90 por ciento de la población fallecida y 21 mil personas sin
hogares.
La directora de la Zona Educativa de estado
Mérida, Olga Escalona, dijo que ésta tragedia es considerada como una de las
más fuertes en el país. “Para nadie es un secreto que nuestro estado sigue
presentado una amenaza sísmica debido la falla de Boconó que cuenta con una
longitud de 500 kilómetros aproximadamente, lo cual coloca en riesgo al eje del
Metropolitano, Mocoties, y el Páramo”.
Es por ello, -continuó diciendo Escalona-,
que siguiendo las líneas orientadoras del MPPE, éste organismo de manera
permanente desarrolla actividades formativas y prácticas en escuelas y liceos,
tales como simulacros en casos de sismos e incendios, elaboración de mapas de
riesgo que identifican las amenazas naturales y sociales, así como los planes
de emergencias.
El coordinador responsable de Gestión
Integral de Riesgo en la Zona Educativa del estado Mérida, Jorge Riera, explicó
que conjuntamente con la Dirección de Protección Civil, el Cuerpo de Bomberos de la región, entre
otras instituciones, forman parte de la Red Estadal de Gestión Integral de
Riesgo que permiten seguir fortaleciendo la preparación psicológica y técnica
ante cualquier eventualidad.
Actualmente se está trabajando con escuelas
y liceos de los municipios Libertador, Alberto Adriani, Mocoties, Cardenal
Quintero, Rangel y el municipio Sucre, localidades donde se ha detectado mayor
necesidad en el mantenimiento preventivo de infraestructuras escolares y a su vez, que de manera inmediata se están atendiendo.
Es importante resaltar que el trabajo no
sólo se desarrolla con el estudiantado, el personal docente, administrativo y
obrero de los planteles educativos sino también con las comunidades, obteniendo
como resultado positivo la autoprotección ciudadana en respuesta inmediata
para disminuir la vulnerabilidad sísmica en la región. (Prensa Zona
Educativa. /Mildred Nava). Fotos: Archivo
La falla de Boconó es una amenaza latente para Mérida
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